martes, 15 de octubre de 2019

Los juegos, la gamificación y yo

Antes de esta entrada debo hacer una confesión: me llamo Katia y soy una enamorada de los juegos, especialmente los de mesa. Para mí, una tarde estupenda es estar con amigos “en plan tranqui” con uno o varios juegos de mesa. Y nos podemos pasar horas así o un finde entero.
Dicho eso, claro que he usado, uso y usaré juegos en clase, siempre con valor educativo. Y las estrategias de gamificación, por esto mismo, están incorporados en mi lenguaje del día a día. Les puedo decir desde “un minipunto por esa buena respuesta” hasta “otra respuesta incorrecta y pierdes una vida hoy”.
En clase de Lengua he usado juegos de palabras: desde Lingo, Password, Master Mind Letras, Scrabble... hasta otros que me he inventado o adaptado por mí para un tema concreto de clase.
En clase de Francés, estos mismos traducidos a lo que hayamos visto en cada curso, o tema, o aquellos juegos que no tienen la lengua como vehículo concreto (es decir, juegos de cartas, por ejemplo, que no tengan palabras escritas): vemos un vídeo con las reglas del juego (ejercicio de comprensión oral) y luego lo jugamos en clase (producción oral). Entre los preferidos por ellos de los que les he llevado están: Virus, Dixit, Carcassonne, Código Secreto, Mentiroso, Uno...
Me gusta llevar los juegos a clase cuando he terminado los exámenes de una evaluación y siguen con los de otras materias. Y así mi clase sirve de oxigenación y están a lo que deben (si pretendo explicar y luego tienen examen, van a intentar sacar los apuntes del examen que tienen luego; pero si llevo un juego van a querer jugar - y ganar - y se “olvidan” de que luego tienen examen).

Si nos ceñimos a la gamificación, en algún caso la he intentado incorporar a la clase para temas concretos o en dinámicas concretas, pero no me ha dado muy buen resultado (no he conseguido engancharlos con esa dinámica y no han entrado al juego de usar las cartas y ganar recursos con ellas).
Sí que he usado Kahoot para evaluar algunos temas que me interesaba saber en el momento qué habían entendido y tener alguna nota más de evaluación. En las clases de Francés, me es útil para evaluar el vocabulario (pongo una imagen y deben decir cuál es y con la escritura correcta) o para la conjugación. Y yo luego repaso las preguntas que haya fallado más gente, que con el informe final del profe se ve muy claro.
En Lengua castellana, me sirve para ver de qué se acuerdan de años previos o de repaso a final de trimestre o curso. O para preguntas muy concretas de sí o no.
Suelen salir notas mejores que las de los exámenes escritos, por lo que les suele venir bien para redondear la nota al alza.
He visto varios comentarios interesantes de Socrative y quiero ponerla a prueba, a ver si antes de Navidades he podido hacer una prueba en cada clase.